
MainStreet Partners, dentro de su metodología de análisis ESG y de Sostenibilidad de fondos, ha evaluado en el Barómetro ESG y de Sostenibilidad 2025 la adherencia regulatoria, fijándose en cuatro criterios: coherencia, claridad, denominación y lenguaje específico. Un 13% de los fondos analizados no superó esta evaluación debido, en gran parte, a denominaciones no conformes. Asimismo, la calificación media de las gestoras de activos descendió por mayores expectativas regulatorias, diferencias regionales en políticas de sostenibilidad y una cobertura más amplia de entidades.
Neill Blanks, director general de MainStreet Partners, explicó que "a principios de 2024, podría haberse esperado una reducción en la complejidad normativa respecto a los últimos tres años. Sin embargo, la entrada en vigor de nuevas normas de denominación de fondos ha incrementado el escrutinio normativo, lo que supone un riesgo de sanciones y daño reputacional para quienes no se adapten".
En esta línea, añadió que "en respuesta a esta creciente exigencia regulatoria, hemos incorporado un nuevo subpilar en nuestra metodología de calificación, denominado 'EU Regulatory Alignment', aplicable a estrategias clasificadas como artículo 8 o 9 en el SFDR. Este subpilar integra datos clave de la plantilla ESG europea (EET) y evalúa cómo los gestores de activos definen la 'inversión sostenible'. Además, con el objetivo de ofrecer una visión más precisa de la composición de los fondos, hemos refinado nuestra evaluación en el pilar III (Cartera), analizando no solo la exposición de las participaciones, sino también su intencionalidad".
Impacto regulatorio y estrategias
El informe también advierte que algunas grandes gestoras han abandonado iniciativas como la Net Zero Asset Managers Initiative (NZAM) y la Climate Action 100+ (CA100+), reflejando una mayor cautela en torno a los compromisos ESG, especialmente en Estados Unidos.
En relación con la Taxonomía de la Unión Europea, la proporción de fondos artículo 9 con un 0% de alineación aumentó del 58% al 60%, mientras que aquellos con más del 30% de alineación cayeron del 2% al 1%. Esto sugiere que persisten dificultades en el cumplimiento normativo, aunque también podría reflejar una mayor transparencia en la divulgación de datos.
En cuanto a las directrices de denominación y criterios de exclusión de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA), el 72% de los fondos bajo el régimen del Índice de Referencia Alineada con el Acuerdo París (PAB) no cumple con las exclusiones establecidas y las infracciones de los Índices de Transición Climática (CTB) aumentaron del 36% al 49%.
Las infracciones más comunes en la PAB están relacionadas con el carbón y el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, mientras que para las CTB predominan las vinculadas a armas controvertidas e infractores de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).