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En una jornada centrada en reforzar la alianza entre empresa y sociedad

Fundación SERES subraya el papel de la empresa en la reconstrucción tras la DANA

Fundación SERES reflexionó este jueves sobre el papel estratégico de la empresa ante emergencias como la DANA. Lo hizo en la jornada ‘La reconstrucción tras la DANA: el rol de la empresa’, que reunió a representantes de entidades empresariales, sociales y financieras con el objetivo de compartir aprendizajes, visibilizar buenas prácticas y reforzar la alianza entre empresa y sociedad.

La jornada acogió dos mesas de diálogo centradas en los principales retos derivados de la DANA.
La jornada acogió dos mesas de diálogo centradas en los principales retos derivados de la DANA.

Este espacio de diálogo contó con la participación de líderes de organizaciones como BCG, CaixaBank, la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana, Correos, Cruz Roja Española, el Instituto de Actuarios Españoles, McKinsey & Company y UNESPA y puso en valor que la reconstrucción es un proceso complejo y a largo plazo que requiere la colaboración de administraciones, sociedad civil y sector empresarial.

La jornada se inauguró con la intervención de Fernando Ruiz, presidente de Fundación SERES, quien destacó que “el compromiso de las empresas con la sociedad es más necesario que nunca, especialmente en situaciones de emergencia como la vivida tras la DANA. En nuestro país contamos con un tejido empresarial que ha demostrado estar dispuesto a colaborar y actuar ante los desafíos reales, poniendo a las personas en el centro. Sólo seremos capaces de construir un nuevo mañana gracias a una empresa basada en la gestión responsable, la actuación con propósito y el compromiso empresarial conectado con los retos sociales. La empresa tiene un papel activo y esencial en la reconstrucción y en la construcción de un futuro más justo, resiliente y sostenible”.

Fernando Ariza, presidente del Instituto de Actuarios Españoles, abordó el impacto económico y asegurador de la DANA, con especial atención a las pérdidas materiales y humanas que siguen afectando a miles de personas y empresas. Ariza subrayó que “el gap de protección de la DANA de Valencia para ciudadanos y empresas se estima en unos 11.000 millones de euros. Ante la cada vez mayor frecuencia e impacto de los fenómenos extraordinarios de la naturaleza, debemos invertir en elementos de alerta temprana con los que anticiparnos y así reducir esta brecha de protección. Desde la ciencia actuarial queremos contribuir a esta causa compartiendo nuestro Índice Climático Actuarial, con el que medimos y predecimos la intensidad del cambio climático y así poder mitigar su impacto”.

El encuentro contó con dos mesas de diálogo centradas en los principales retos derivados de la DANA. En la primera, sobre los retos de la reconstrucción desde la perspectiva de las personas, participaron Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, y María del Mar Pageo, presidenta nacional de Cruz Roja Española. Ambos coincidieron en la necesidad de poner a las personas en el centro de la acción empresarial y social.

Gortázar mencionó que “nada ha generado más orgullo de pertenencia entre nuestra plantilla porque el movimiento de solidaridad es extraordinario y cuando tu empresa, tus compañeros, reaccionan de esta manera te sientes realmente contento de ser parte de la misma” y resaltó que “en una situación como ésta, es muy necesaria la cooperación con empresas y ONG. Tenemos un alcance muy grande porque, además de nuestros 45.000 empleados, tenemos más de 20 millones de clientes. Una de las primeras cosas que hacemos para fomentar la solidaridad es canalizarla en forma de donativos de nuestros clientes”, apuntó.

Pageo, por su parte, recordó que “las emergencias, y especialmente las más mediáticas, generan un vínculo emocional muy fuerte con el conjunto de la sociedad. En este contexto, las empresas, además de hacer vuestras donaciones corporativas, sois un vehículo ideal para canalizar esa energía entre vuestros diferentes públicos, especialmente clientes, trabajadores, accionistas, etc., generando confianza en la elección de la organización y la causa y facilitando herramientas para la donación. La respuesta a una situación tan compleja como la generada por la DANA exige, sin duda, de un esfuerzo colectivo y nuestra respuesta es un buen ejemplo de ello ya que en gran medida fue posible por todo el apoyo que recibimos. Por poner cifras, recaudamos más de 112 millones de euros, de los cuales un 51% fue de particulares; un 47%, de empresas; y un 2%, de Ayuntamientos, Comunidades y Diputaciones. Quiero aprovechar para agradecer sinceramente a todas las personas, empresas y organizaciones que han confiado en Cruz Roja para responder a las necesidades generadas por esta emergencia.”.

Retos de la reconstrucción

La segunda mesa, centrada en el papel de las empresas ante la DANA y los retos de la reconstrucción reunió a Salvador Navarro, presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana; Pedro Saura, presidente de Correos; y Mirenchu del Valle, presidenta de UNESPA. Los tres resaltaron la implicación del tejido empresarial como motor de cohesión territorial, resiliencia y dinamización económica.

Navarro afirmó que “como explicamos en nuestro estudio ‘Rehacer y Transformar. Tras la DANA: Propuestas de futuro’, no podemos permitir que la reconstrucción tras la DANA sea sólo un ejercicio de reparación. Tenemos que avanzar hacia una sociedad más resiliente, segura y sostenible, con infraestructuras preparadas para los retos del cambio climático, una mejor gobernanza metropolitana y una economía que ponga en el centro a las personas, la innovación y la sostenibilidad. Desde la CEV lo tenemos claro, esta catástrofe debe marcar un antes y un después en la forma en que planificamos, invertimos y nos preparamos para el futuro.”

Saura, por su parte, recalcó que “Correos ha participado en la reconstrucción de la DANA asumiendo uno de los papeles más estratégicos que tiene: ser un instrumento del Estado en situaciones de emergencia. Ese papel de Correos, recogido en nuestro Plan Estratégico y cada vez más relevante en los actuales tiempos, es fundamental en la vasta presencia física de Correos en todo el territorio gracias a sus excepcionales recursos materiales y humanos. Es natural e inteligente que en circunstancias extraordinarias todos sus recursos se pongan a disposición del Estado, como decidió el gobierno en búsqueda de soluciones prácticas y ágiles ante la catástrofe”.

Y del Valle puso de relieve que “eventos como la DANA ponen de manifiesto la importancia de estar bien asegurado y de reducir las brechas de protección. El valor social del seguro reside precisamente ahí: el seguro ejerce de red de seguridad de la sociedad ante cualquier suceso adverso”.

Aprendizajes y conclusiones

En la sesión final, dedicada a aprendizajes y conclusiones, Ana Sainz, directora general de Fundación SERES; Rafael Rilo, presidente de BCG España y Portugal; y Tomás Calleja, senior partner de McKinsey & Company, subrayaron la necesidad de integrar el impacto social en la toma de decisiones corporativas, así como de reforzar la colaboración público-privada para generar respuestas más eficaces y sostenibles en situaciones de crisis.

Sainz mencionó que “en SERES nos mueve el empeño por garantizar una visión estratégica en los proyectos y posicionar las actuaciones sociales como iniciativas fundamentales dentro de las organizaciones, capaces de generar valor para la sociedad y la empresa. Los retos sociales a los que nos enfrentamos exigen la intervención de todos los actores y las empresas han demostrado ser clave para impulsar ese cambio. La sociedad demanda cada vez más organizaciones responsables que pongan en el centro a las personas. Y gran parte de estos avances sólo son posibles cuando existe un compromiso firme desde la alta dirección con los asuntos sociales. Porque no hay futuro sin empresas gestionadas con responsabilidad.”

Por otro lado, Rilo señaló que “la experiencia internacional de BCG en prevención y preparación de la respuesta a catástrofes indica que hay tres elementos esenciales: coordinación entre administraciones para la prevención y la respuesta, disponibilidad de información actualizada en repositorio único y existencia de mecanismos eficaces de alerta a la población”.

Y Calleja apuntó que “la recuperación no trata simplemente de regresar al estado previo a la catástrofe que ha sucedido, sino de aprovechar el momento para avanzar hacia un futuro mejor y más sólido. Esto exige fortalecer el tejido humano y productivo, las comunidades y las infraestructuras, al tiempo que promovemos un desarrollo económico sostenible y equitativo. Así, una recuperación efectiva debe basarse en tres elementos fundamentales. En primer lugar, es esencial contar con una visión y prioridades claras que definan objetivos estratégicos y guíen todos los esfuerzos. En segundo lugar, resulta crucial crear una entidad institucional que centralice y coordine las acciones, evitando duplicidades y maximizando el impacto. Por último, es necesario actuar con rapidez y de manera inclusiva, involucrando a todos los actores relevantes si bien evitando esfuerzos dispersos o fragmentados”.