El Estado de la Ciudad del Vaticano, bajo la dirección del Papa Francisco, ha asumido un papel protagónico en la lucha contra el cambio climático. Inspirado por la encíclica ‘Laudato si', el Pontífice ha promovido diversas iniciativas para reducir la huella ecológica de la Santa Sede y fomentar una "conversión ecológica".
Una de las acciones más destacadas es el programa de movilidad sostenible. Al respecto, la Santa Sede ha puesto en marcha el proyecto Conversión Ecológica 2030, que busca transformar su flota de vehículos en una de impacto cero para el año 2030. Recientemente, se incorporaron 14 vehículos eléctricos, incluyendo cuatro para la Gendarmería Vaticana y diez utilitarios para servicios estatales.
Además, el Vaticano ha apostado por las energías renovables. En diciembre de 2023, se inauguró una cubierta de cristal fotovoltaico en el Cortile delle Corazze, a la entrada de los Museos Vaticanos, que genera energía limpia. Este proyecto, junto con la instalación de paneles solares en Santa Maria di Galeria, busca cubrir todas las necesidades energéticas del Vaticano.
El Vaticano busca transformar su flota de vehículos en una de impacto cero para el año 2030
La reducción de plásticos y gestión de residuos es otra área clave. Desde 2019, el Vaticano prohibió la venta de plásticos de un solo uso y ha implementado un sistema de reciclaje avanzado. En 2020, lograron una tasa de recolección selectiva del 65%, con el objetivo de alcanzar el 75%.
Otro de los aspectos que preocupa a la Santa Sede es la reforestación y protección de áreas verdes. En este sentido, se han llevado a cabo proyectos de reforestación y cuidado del patrimonio arbóreo, contribuyendo a la compensación de emisiones y la mejora de la calidad del aire.
El compromiso del Vaticano con la sostenibilidad también se extiende a la gestión del agua. Se ha optimizado el uso de los recursos hídricos, con circuitos cerrados en las fuentes y depósitos de lluvia para el riego. Estas medidas han permitido un ahorro significativo de agua, contribuyendo a la conservación de este recurso vital.
Desde 2019, el Vaticano prohibió la venta de plásticos de un solo uso y ha implementado un sistema de reciclaje avanzado
En el ámbito de la eficiencia energética, el Vaticano ha mejorado sus sistemas tecnológicos, incluyendo centrales térmicas y sistemas de aire acondicionado más eficientes. Además, se ha promovido el uso de lámparas LED y la importación de fuentes renovables.
Economía circular
La economía circular es otro pilar de la estrategia ambiental del Vaticano. La transformación de residuos orgánicos y la poda de residuos en abono de calidad son ejemplos de cómo se considera los residuos no como desechos, sino como recursos valiosos.
El uso racional de la electricidad también ha sido una prioridad. Se han instalado distribuidores de agua potable y se ha digitalizado la gestión de documentos para reducir el consumo de papel. Estas acciones reflejan un enfoque integral hacia la sostenibilidad.
El compromiso del Vaticano con la sostenibilidad ambiental es un ejemplo para el mundo. Bajo el liderazgo del Papa Francisco, la Santa Sede ha demostrado que es posible adoptar prácticas ecológicas y promover un cambio significativo en la lucha contra el cambio climático.