Una marca española ha desarrollado un casco de moto diseñado parar proteger contra la contaminación del aire y las alergias gracias a una tecnología de filtración patentada conocida como Breath Safe System. Con un enfoque en la sostenibilidad y la salud, la compañía, Zyon Helmets, lanza un producto que no solo cuida la salud del usuario, sino que también supone un avance en la seguridad gracias a una tecnología de absorción de impactos innovadora.
En palabras de Tanguy Uzel, cofundador y CEO de ZYON Helmets, “buscamos proteger la salud de nuestros usuarios a través de un sistema patentado de filtración contra la contaminación, al tiempo que mejoramos su seguridad con tecnología de absorción de impactos MIPS, una luz trasera activa y un chip conectado a nuestra app que permite monitorizar el estado del casco y de los filtros”.
Actualmente, la contaminación del aire es una de las principales amenazas para la salud a nivel mundial. Además, es la segunda causa de muerte y afecta especialmente a los motoristas, que están expuestos a niveles de contaminación hasta 100 veces mayores que otros usuarios de la vía pública. “Los motociclistas circulan en los ejes de tráfico, detrás de vehículos que emiten contaminantes directamente a su altura”, advierte Uzel, quien considera que “abordar este problema de manera directa y efectiva aporta un valor real y urgente a nuestros usuarios, mejorando su calidad de vida y protegiendo su salud”.
El sistema de filtración patentado, llamado Breath Safe System, cuenta con un filtro de cuatro capas intercambiable: una capa hidrófoba que protege contra la lluvia, una capa HEPA que filtra polvo, partículas finas y alérgenos, una capa de carbono activo para gases tóxicos y una capa de protección adicional.
Según el CEO de Zyon Helmets, “además, el sistema permite regular la ventilación según el uso, mediante un botón que ajusta la entrada de aire para adaptarse a trayectos urbanos, interurbanos o de carretera”.
Asimismo, la tecnología MIPS, ampliamente utilizada en cascos de ciclismo y esquí, es una novedad en los cascos de moto, y “es esencial para reducir los efectos de los impactos rotacionales, que son los más dañinos en una caída”, asegura Uzel. “También hemos añadido una luz trasera activa que mejora la visibilidad del motorista para otros conductores. Finalmente, la conectividad permite al usuario saber si el casco ha sufrido daños en impactos o desgaste, lo cual es un avance significativo en la industria al asegurar que el casco esté siempre en condiciones óptimas de seguridad y salud”.