Solo el 5% de los países cumplen con las directrices de la OMS para las partículas finas en el aire. Según este estudio, entre los países más afectados se encuentran Bangladés, Pakistán, India, Mongolia y Afganistán.
Los datos recopilados de más de 30.000 estaciones de monitoreo revelan una situación crítica que afecta a la salud humana y al medioambiente. La exposición a partículas finas en el aire, especialmente PM2,5, se ha vinculado a una serie de problemas de salud graves, desde enfermedades respiratorias hasta cardiovasculares e, incluso, impactos en el desarrollo cognitivo de los niños.
Este informe proporciona una visión global de la calidad del aire, abarcando 7.812 ciudades y 134 países, regiones y territorios. Entre la lista de países, España se posiciona en el puesto 95, dejándole por poco fuera de los países que respiran aire limpio. Los datos, obtenidos de diferentes fuentes incluyendo instituciones gubernamentales, centros de investigación y ciudadanos científicos, muestran un aumento alarmante de contaminación atmosférica en el mundo.
Millones de personas, en riesgo
A pesar de los muchos esfuerzos realizados, el informe destaca que solo un pequeño porcentaje de países consigue cumplir con las directrices establecidas por la OMS. Esta situación no solo pone en riesgo la salud de millones de personas en todo el mundo, sino que también subraya la importancia de tomar medidas más decisivas para abordar este desafío.
La conexión que se establece entre la contaminación atmosférica y el cambio climático es innegable, con las emisiones de combustibles fósiles desempeñando un papel fundamental en ambos problemas. Es esencial que se tomen medidas coordinadas para reducir estas emisiones y promover tecnologías más limpias y sostenibles en todos los sectores.
En el momento que nos encontramos donde la crisis climática y ambiental está en el centro de la atención mundial, la lucha contra la contaminación atmosférica se vuelve aún más urgente.
El informe insiste en que la colaboración entre gobiernos, organizaciones internacionales y la sociedad civil es esencial para proteger la salud de las personas y preservar el medio ambiente para las generaciones que vienen.