Las empresas multinacionales obtienen elevados beneficios de la explotación de los recursos naturales en países como Liberia. “Según la ley, las comunidades locales tienen derecho a una parte de los beneficios, si eso no ocurre, detenemos la explotación. Las empresas no pueden seguir funcionando como siempre lo han hecho”. Así resume Silas Siakor el trabajo que desarrolla a través del Instituto de Desarrollo Sostenible, la organización sin ánimo de lucro que fundó en 2002.
A través de esta entidad, él y sus colaboradores han puesto en marcha mecanismos para que las comunidades reciban una parte justa de los beneficios derivados de la explotación de los recursos naturales liberianos. Un trabajo que le ha valido a Siakor el Premio Medioambiental Goldman en 2006, considerado el Nobel Verde, y el Premio Mundo Negro a la Fraternidad 2018, que acaba de concederle la revista del mismo nombre de los Misioneros Combonianos.
"Trabajamos para que las multinacionales cumplan el porcentaje de beneficios que deben dedicar a las comunidades locales según la legislación liberiana"
Población y naturaleza en riesgo
Siakor denuncia que los efectos de actividades como la tala ilegal en Liberia “afectan a la naturaleza y la fauna y contaminan los ríos, dejando a la gente sin agua”. Además, al no destinar la parte correspondiente de sus beneficios a las comunidades locales, éstas “no pueden crear escuelas y centros sanitarios, por eso luchamos tanto”, añade.
Esa situación ha mejorado gracias a los cambios legales impulsados desde el Instituto de Desarrollo Sostenible. “Velamos por la justa distribución de los beneficios en la comunidad y la protección del medioambiente", subraya.
"El papel de los consumidores en todo el mundo es muy importante ya que puede contribuir a que se limiten las malas prácticas de ciertas empresas"
Para limitar las malas prácticas de ciertas empresas, Silas también considera muy importante el papel de los consumidores en todo el mundo ya que “pueden influir sobre sus gobiernos para que establezcan normativas que limiten la acción de estas multinacionales”.
Desde el instituto que lidera también promueve la colaboración voluntaria entre la Unión Europea y el gobierno de Liberia para que se llegue a “un acuerdo justo en el comercio de la madera”.